En una época donde podemos ver por televisión la Copa de África, son muchos niños los que sueñan con disputar un torneo de estas características. Defender los colores de su país, jugar al fútbol en Europa y, por encima de todo, tener un futuro mejor en el mundo del fútbol o en cualquier otro ámbito laboral para sacar adelante a sus familias, son algunas de las ideas que tienen miles de jóvenes de un continente donde no es fácil tener oportunidades en el futuro.
Con la idea de ayudar a conseguir todas estas metas y fomentar el deporte entre una sociedad que no tiene numerosos recursos, ha creado una escuela de fútbol el joven Abdou Karim en Senegal. Un chico formado en las categorías inferiores del Sporting de Gijón y que se ha propuesto emplear todos los recursos posibles con la idea de que los jóvenes de Ziguienchor, ciudad del suroeste de Senegal, no tengan que pasar las dificultades que él mismo tuvo que pasar.
Antes de llegar a la Escuela de Mareo, Abdou cruzó a los doce años el Atlánticoen patera. Nueve días después de partir desde las costas de Senegal, llegó a Canarias, donde estuvo una temporada en un centro de acogida hasta que pudo viajar a Gijón y reencontrarse con su hermano.
Instalado en el Principado de Asturias, hizo todo lo posible para progresar en sus estudios e incluso el Sporting le echó el ojo para incorporarlo a su escuela de fútbol tras ver sus cualidades con el balón en los pies. En Mareo llegó a jugar con el filial del Sporting de Gijón y aprovechó esa etapa en la cantera rojiblanca para darle forma al ambicioso plan de formar una escuela de fútbol.
Desde la distancia, Abdou comenzó a buscar instalaciones donde llevar a cabo sus ideas y las encontró en Ziguienchor. Con esfuerzo, el proyecto echó a andar, las infraestructuras fueron mejorando poco a poco y logró que la escuela se estrenara con unos cien niños repartidos entre cinco equipos. Dos conjuntos de categoría alevín, otros dos de infantil y uno de cadete sueñan con vivir algún día el fútbol que les llega desde el Viejo Continente. El sueño de poder ser como Drogba, Eto'o, Essien o Yaya Touré y ayudar a su familia puede estar más cerca gracias al trabajo de un Abdou Karim que más allá de pensar en el futuro, espera que el proyecto sirva para que los más jóvenes puedan hacer deporte, se aíslen de los muchos problemas que puedan tener durante el mayor tiempo posible y tengan una vida lo más sana posible.
Así, para progresar con la escuela de fútbol y con un proyecto que se basa en la integración y el deporte, Abdou Karim, graduado en magisterio en la universidad de Oviedo, sigue buscando ayudas de todo tipo para seguir adelante. Toda ayuda es poca y cualquier aportación es bienvenida para que el futuro de unos chicos que han tenido la mala suerte de crecer en un entorno complicado sea lo más esperanzador posible.