La Gran Redada es uno de los episodios más oscuros de la Historia de España y constituye el culmen de la saña persecutoria antigitana. Es el intento de genocidio más antiguo de la historia universal. Sin embargo, no fue más que una línea de continuidad del proceso de gestión política y legislativa de la cuestión gitana en el territorio español.
No ocurrió de manera inesperada sino que estaba preparada desde mucho tiempo antes y fue amparada en un procedimiento legal. De hecho, la decisión fue tomada por la más alta instancia legislativa de este país en ese momento, que era el Consejo de Castilla -era la columna vertebral y principal centro de poder de la estructura de gobierno-, cuyo gobernador, Gaspar Vázquez de Tablada, a la sazón Obispo de Oviedo, fue, junto con el Marqués de la Ensenada, Secretario de Estado (equivalente a un primer ministro o a un presidente del gobierno actual) el instigador y promotor de la Gran Redada. Es decir, todos los poderes del Estado se concitaron para tratar de exterminar a las gitanas y los gitanos.
En 1721 se constituyó la llamada Junta de Gitanos que llegó a la conclusión de la inutilidad de la política seguida hasta entonces hacia el Pueblo Gitano, así como el inconveniente que suponía la inmunidad eclesiástica para lograr una prisión gEl Papa Benedicto XIV accedió a ello en 1748, al conceder la extracción de sagrado, es decir, al retirarles a los gitanos y a las gitanas el derecho de asilo, de inmunidad, que todos los seres humanos tenían. Enrico Enríquez era entonces el Nuncio de su Santidad en España.
Despojados en 1748 del derecho de asilo en sagrado, el Consejo de Castilla, con su presidente Gaspar Vázquez de Tablada al frente ¡Maldito sea su nombre una y mil veces! acordó su arresto para “sacarlos de España y enviarlos divididos en corto número a las provincias de América”.
Conocedores de que una medida similar había fracasado en Portugal, se acordó emprender el “exterminio” biológico por lo que en junio de 1749 ya se planeaba una redada para capturar el mayor número posible de gitanos y gitanas de todas las edades a partir de los padrones confeccionados con motivo de la pragmática de 1745.
Y todo ello ocurrió al amparo del Rey Fernando VI.
La Gran Redada, también conocida como Prisión general de gitanos, se inició de manera sincronizada en todo el territorio español a las doce de la noche del miércoles 30 de julio de 1749 con el objetivo declarado de arrestar, y finalmente «extinguir», a todos los gitanos y gitanas del Reino de España.
Entre 9.000 y 12.000 personas de todas las edades fueron apresadas aquella nefasta noche.
Os ofrecemos a continuación los libros que cualquiera que desee saber sobre la Gran Redada debe leer y que están disponibles en el mercado.
La Gran redada de Gitanos, de Antonio Gómez Alfaro (ISBN: 84-87347-09-6) fue editado por la Asociación Presencia Gitana en 1993 pero aún es posible adquirirlo tal y como anuncian en su web al módico precio de 9,02 eurunos.
Antonio Gómez Alfaro, desgraciadamente fallecido el 22 de junio de 2016, fue quien primero sacó a la luz esta terrible historia.
Y Manuel Martínez Martínez ha continuado la investigación y cada día en su blog nos está enseñando en detalle cómo fue el intento de exterminio antigitano además de haber escrito estos dos magníficos e imprescindibles libros:
(2014). Los gitanos y las gitanas de España a mediados del siglo XVIII. El fracaso de un proyecto de “exterminio” (1748-1765), Almería, España: Universidad de Almería. (ISBN: 9788416027316), que podéis encontrar en Amazon por 16,01 eurunos.
(2015). Nunca Más. Homenaje a las víctimas del proyecto de “exterminio” de la minoría gitana iniciado con la redada de 1749, Almería, España: Círculo Rojo (ISBN: 9788491152750)