Miles de rumanos residentes en el extranjero, han viajado a Bucarest para unirse a las protestas del pueblo rumano contra el Gobierno del PSD liderado por el presidente Liviu Dragne, con el lema "La diáspora está en casa", en la cual participan varios ciudadanos rumanos residentes en Las Islas Canarias.
El motivo de la protesta es debido a las acusaciones de corrupción por parte del pueblo, con más de 65.000 manifestantes según la prensa local, la cual también informa que al menos 76 personas, entre ellos algunos policías, resultaron heridas y tuvieron que ser trasladados a hospitales, que incluye además una mujer con discapacidad en silla de ruedas, donde perdió el conocimiento y tuvo que ser llevada en camilla a la ambulancia . La policía utiliza para la noche cañones de agua y gas lacrimógeno. Según la gendarmería rumana, 452 personas necesitaban atención médica y 70 fueron llevadas al hospital, incluidos 11 gendarmes durante los enfrentamientos. Dos gendarmes, incluida una mujer, fueron atacados y golpeados por un grupo de manifestantes y se encontraban en estado grave. En una conferencia de prensa el sábado por la mañana, el portavoz de la Gendarmería Marius Militaru explicó que la represión contra los manifestantes se debió a grupos de agitadores que atacaron a los gendarmes. Sin embargo, no se realizaron arrestos porque era difícil aislar a los grupos de agitadores violentos del resto de los manifestantes.
Los manifestantes, sin embargo, no fueron disuadidos por el calor y el gas irritante y se manifestaron durante horas frente al edificio del gobierno. La céntrica plaza de la Victoria fue un gran mar de banderas de los rumanos de la diáspora,de países como, Gran Bretaña, Italia, Canadá, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Suecia, Austria y España, donde se encontraban muchos residentes de Canarias.
En su protesta, clamaban frases como: "Abajo la mafia-gobierno", "No dejemos que el Gobierno convierta nuestro país como otra Venezuela", "No dejaremos que te apropies del país", "¡No nos iremos hasta que se vaya!"
El diario rumano digital recorder.ro nos ha cedido un relato contado por uno de los manifestantes entrevistados por este medio, donde habla como testigo el siguiente relato:
"Estuve en la Plaza de la Victoria durante la protesta de ayer, y he visto algo más impactante que las lágrimas de los gendarmes y la protesta violenta de los matones, he visto la ira del ciudadano común, a quien el cuchillo ha sido tan frustrado, y ya no quiere irse del mercado, incluso cuando fue desterrado con cañones de gas y agua. A medianoche, cuando Plaza Victoria parecia un campo de guerra, y los gendarmes aislaron a los miembros de las galerías en el área de Titulescu y los bulevares Mihalache, los pacíficos manifestantes se quedaron cerca del Museo Antipa y de la Plaza Rumana, pidiendo una cosa: "queremos quedarnos frente al gobierno y protestar", en respuesta, los gendarmes entraron con los escudos y los golpearon con los pies".
Los manifestantes exigieron la salida inmediata del primer ministro Dăncilă y su gabinete, la renuncia del condenado líder del partido socialdemócrata Liviu Dragnea como presidente del Parlamento, la retirada de la reforma judicial controvertida y modificación de la ley penal, una lucha tenaz contra la corrupción y las elecciones. Los fiscales militares abrieron una investigación el sábado por la mañana en la forma en que se realizó la intervención de la Gendarmería el viernes 10 de Agosto.Varios líderes de la oposición y activistas anticorrupción exigieron la renuncia tanto del ministro del Interior Carmen Dan como de los comandantes de la Gendarmería.
Ana Liliana Ionescu,
miembro de la Comunidad Rumana en Tenerife, nos cuenta:
"El Guverno fue mut brutal dando ordenes para golpear, dar gases tirando agua a su propio pueblo que manda miles de euros en Rumanía a su familiares, todo fue pacifico, pero ellos provocaron a la gente, mi familia ve diferente, le parece que nosotros somos locos y manipulados .Ellos reciben informaciones para que nos odien a nosotros, los que participamos en las manifestaciones . El apoyo por parte de los rumanos que viven en Rumanía (Bucarest) fue poco, ellos tiene miedo de hablar por temor a quedarse sin trabajo, les amenazan. La Gendarmería sigue libre, nadie les detiene ni les acusa, el Tribunal Militar, no nos apoya, no hace nada, durante el último año han cambiado las leyes para beneficio del Guverno el cual sigue realizando acciones corruptas, nadie se ha hecho responsable de las 450 victimas hospitalizadas por agresión, incluso paisanos que salían de sus casas simplemente a pasear o comprar, sin participar en las manifestaciones, fueron agredidos. Es inadmisible que en pleno siglo XXI nuestro Guverno, tenga este comportamiento con su pueblo.
Los rumanos que se fueron de Rumanía, volvieron a Bucarest para protestar junto a miles de compatriotas contra la corrupción en el país y a lo que ellos llaman intentos de debilitar el poder judicial en su país. Los manifestantes no estaban satisfechos con varios intentos de debilitar la judicatura y despenalizar la corrupción, " la mayoría de los que exigieron la renuncia del gobierno del PSD fueron pacíficos ", escribe Euronews. La publicación también recuerda a los agitadores y al hecho de que en la noche del 10 de agosto en Victoriei Square los oficiales de la ley usaron gas lacrimógeno. Bloquearon 8 trenes para no llegar en Bucarest, es horrible, el Guverno quiere manipular los medios de comunicación para que no se destape lo ocurrido en el resto de países, la Comunidad Rumana en Canarias, pide que se sepa la verdad de los hechos, que se nos escuche, y que no se dejen manipular por informaciones erróneas.