Guerreros que cuentan sus historias a través de su piel, una cultura que a pesar de los años, siempre sigue de actualidad.
Rostros tatuados, danzas con fuerza, danzas de guerra, con cánticos en forma de gritos y golpes rítmicos conocidos como "hakas", pero también danzas dulces y melódicas, donde cantan historias de amor y nanas acompañadas de instrumentos nacidos de la propia naturaleza, como la madera, la piedra, las conchas o el hueso. Los maories, símbolo de Nueva Zelanda, (tierra de la gran nube blanca), habitaron este país antes de la llegada de los europeos.
En su piel reside su identidad, el "ta moko", que es como se le conoce al tatuaje maorí, es la marca de sus cuerpos y sus rostros, el cual visten a base de cinceles con huesos de albatros, hechos tradicionalmente a partir de la pubertad con un significado único que le dan una fuerza muy especial, donde marcan historias de sus batallas, pues no se trata de un simple elemento decorativo. Es una de las culturas más fuertes de la historia, su amor y respeto por la naturaleza los han convertido en uno de los pueblos mas espirituales.
Grandes artistas donde predominan los dibujos geométricos y con significados espirituales. En sus costumbres alimentarias no falta el Hangi, un plato típico hecho a base de vegetales y cocido al vapor y la Kumara, o batata de los trópicos.
Para los maories , la Luna es masculina, según este mito, la luna rapta a la esposa del dios Rona. Se cuenta que Rona, enfurecido por el rapto, se enfrenta a la Luna y desde entonces están luchando para siempre en el cielo. También se cuenta que cuando la Luna se desvanece, se ha cansado de luchar y necesitar un descanso, lo que hace durante el período creciente del ciclo, cuando reaparece la Luna llena, comienza la batalla una vez más.
Esta cultura a mantenido sus tradiciones a lo largo de los siglos, es una de esas culturas que dejan huella y en su piel, residen sus secretos, sus historias y su identidad.